El principal atractivo de Zipaquirá son las minas de sal que han venido siendo explotadas desde los precolombinos. El epicentro de la ciudad está rodeada por edificios y casas que conservan la arquitectura al estilo colonial, por tal razón se considera monumento nacional. Conoce la Catedral Diocesana que se caracteriza por su fachada de piedra arenisca, esta fue construida en 1760. Debes conocer también la creación de Adán del Maestro Carlos Rodríguez Arango, el Altar de la Catedral de Sal, la estación tres esquinas del ferrocarril y todos los rincones. No dudes en probar exquisitos platillos típicos como la fritanga, el ajiaco que se compone de una sopa de pollo muy cremosa con crema de leche y alcaparra además de mazorca y aguacate.

Zipaquirá es uno de los municipios que conforma el departamento de Cundinamarca, este se encuentra ubicado en la provincia de Sabana Centro, esta es la capital y sede de su diócesis. Se encuentra ubicada a 42 kilómetros de Bogotá y limita al norte con Cogua y Nemocón, al sur con Tabio, Cajicá y Sopó, al oriente limita con Tocancipá y al occidente con Subachoque. Su temperatura media es de 12 grados centígrados ya que este municipio se encuentra ubicada en un altiplano y es golpeada por fuertes vientos. Zipaquirá es uno de los centros de explotación de sal más importantes de Colombia, a causa de esto se le tiene como apodo la Ciudad de Sal también por su Catedral de Sal, esta catedral recibió en el 2007 el reconocimiento de la Primera Maravilla de Colombia.

Estas tierras fueron habitadas por indígenas muiscas, fue el Zipa Nemequene quien derrotó la rebelión del Cacique Zipaquirá. Estas tierras le correspondían a Zipa de Bacatá, el supremo gobernante. En el año 1778, por orden del Virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado, fueron trasladados a Nemocón los indígenas que vivían en Zipaquirá, para evitar las constantes revueltas de los caciques, primitivos dueños de la sal. El 3 de agosto de 1779 se creó la parroquia de la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua. Con la Constitución de Cundinamarca de 1815 es constituida capital de la provincia del mismo nombre. Durante la reconquista española, el 3 de agosto de 1816 fueron fusilados en la plaza de la Villa los llamados Mártires Zipaquireños Agustín Zapata, José María Riaño, Francisco Carate y Nepomuceno.