Fiestas, templos, haciendas y sabores.
En los atractivos turísticos está la casa de la cultura, el hotel castillo del viento, la hacienda Santa Teresa que se ubica en el norte del casco urbano, el templo doctrinero del siglo XVI y la casa municipal. Debes probar los platos típicos del municipio que son la sopa de cuchuco de maíz, sopa de cuchuco de trigo con espinazo de cerdo, el puchero boyacense, arroz tapado, bizcochos de almendra, empanadas de trigo, envueltos de mazorca, longaniza, torta de cuajada, el guarapo, canelazo y la chicha. Nuestro municipio se destaca por las fiestas y tradiciones religiosas donde se realizan eventos culturales y se dan a conocer aquellos platos típicos. Las fiestas patronales ahora se realizan en los primeros días de diciembre, estos días Oicatá se pone la ruana y festeja en honor a su cultura, su religión y sus costumbres.
El santuario de la cristiandad.
Oicatá es un municipio que está localizado en la provincia del Centro del departamento, este municipio se encuentra en el altiplano Cundiboyacense a unos 8 kilómetros de Tunja, la capital departamental. Limita al Norte con el municipio de Cómbita y Tuta. Al Sur con el municipio de Chivatá y Tunja. Al Oriente con el municipio de Chivatá. Al Occidente con el municipio de Cómbita y Tunja. Oicatá se encuentra cerca del páramo y su temperatura media mantiene entre 10 grados y 14 grados centígrados. El municipio es conformado por cuatro veredas como Forantivá, Poravita, Guintivá y el casco urbano. En nuestro municipio existen numerosas haciendas que son ideales para la tecnificación desarrollada donde se utilizan canales de irrigación gracias a su bajo nivel de pluviosidad. La economía se basa en la agricultura y la ganadería.
Conoce uno de los primeros lugares que sirvió como centro de evangelización.
El municipio de Oicatá fue fundado el 9 de mayo de 1539 por Pedro Ruiz Corredor. Antiguamente, estas tierras fueron habitadas por los indígenas muiscas. Fue erigido como municipio en el año 1786. En 1590 fueron inventariados más de 40 elementos de culto religioso, entre otros la Pila Bautismal, El Ara y la Campana Grande. La importancia histórica que se le atribuye al municipio de Oicatá, se debe principalmente a que su templo doctrinero fue uno de los primeros que sirvió como centro piloto de la evangelización.
