Gracias a que este municipio tiene excelentes zonas verdes es ideal para la práctica del ecoturismo. Entre los maravillosos lugares de Hato está la cuela la Perica, un lugar muy atractivo, sus columnas permiten un fácil acceso. El mirador sobre la vía hacia la vereda Santo Domingo ofrece una vista panorámica excelente sobre todo el municipio. La cascada de El Salto es ideal para realizar deportes. Otro lugar maravilloso es La quebrada La Vega sobre la vía a Simacota, que con sus aguas frescas son un tónico para el alma y el cuerpo. En Hato, no dudes probar los exquisitos platillos típicos de la región como la carne oreada, la petitoria, el mute, la mazamorra y las arepas de maíz.
Hato es uno de los municipios que conforma el departamento de Santander, este municipio tiene como limites al municipio de Galán, al sur con Simacota, al este con el municipio de Palmar y al oeste con el Carmen de Chuchrí. La temperatura media de Hato es aproximadamente de 21 grados centígrados. la distancia de referencia es de 160 kilómetros hasta Bucaramanga, la ciudad capital. Hato se caracteriza por ser uno de los municipios ideales para la práctica del ecoturismo en el departamento de Santander. Entre otras cosas, la economía del municipio gira en torno a la ganadería y la agricultura donde se destacan los cultivos de yuca, café, maíz, arroz, millo, caña de azúcar y algodón.
Fue fundado oficialmente el 25 de abril de 1825 por don Eduardo Sierra Barreneche, José María Drueda de Rueda, don José Cala Díaz, Manúel Rueda Linares, Ignácio Roque Ortíz, Manúel Enrique Goméz, entre otros. El estatuto de municipio lo obtuvo en el año 1887 el 30 de septiembre, el cual fue firmado por el primer gobernador del departamento de Santander, el señor Alejandro Peña Solano. En 1853 obtuvo el título de "Villa Refugio Leal" otorgado por el General Santander. Hato fue también un municipio refugio de las gentes que huían de las guerras del Nuevo Reino de Granada y durante la época colonial; llegó a tener una población de artesanos y comerciantes asilados en busca de su seguridad, de allí del nombre de la que se deriva la "Serranía de los cobardes".