En este pueblo podemos admirar cada vez que llega un turista las diversas riquezas que obtiene el valle del san juan, con sus grandes y apreciados cultivos de maíz. Es más que admirable ver como los trabajadores mantienen estos cultivos tan cuidados, la manera tierna y sutil de regar, plantar, recoger y cosechar, nos hace valorar el trabajo de los agricultores y su esfuerzo por mantener un lugar acogedor para los nuevos visitantes de diferentes partes del mundo. Al llegar a este maravilloso pueblo el recibimiento de las personas que viven allí es acogedor, su amabilidad y transparencia al tratar a sus visitantes te hace admirar cada vez más este pueblo.